Son muchísimos los niños y jóvenes que sufren trastorno de estrés postraumático, por eso, también ofrezco tratamiento psicológico para estos casos:
Apego reactivo
El apego reactivo provoca malestar intenso desproporcionado con la gravedad de factor de estrés y un deterioro significativo en el ámbito social, laboral, etc.
Se trata de un comportamiento inhibido, emocionalmente retraído hacia sus cuidadores y adultos. Se manifiestan porque el niño raramente o en muy pocas ocasiones busca su consuelo cuando siente malestar. Aparecen reacciones emocionales restringidas, un afecto positivo limitado y episodios de tristeza e irritabilidad inexplicables que aparecen incluso durante interacciones no amenazantes.
En este caso el niño ha experimentado unos cuidados insuficientes que aparecen por negligencia o carencia social provocado por una falta de tener cubiertas las necesidades emocionales básicas, cambios repetidos de cuidadores primarios y educación en ambientes que no son habituales y que dificultan establecer una relación de apego.
Relación social desinhibida
Se trata de una disminución o ausencia de reticencia a que el niño se aproxime para interaccionar con adultos extraños. Mantiene un comportamiento verbal o físico demasiado familiar con los extraños y recurre muy poco o nada al cuidador adulto. El niño mantiene un comportamiento de irse facilidad con cualquier adulto extraño.
En este caso el niño ha experimentado unos cuidados insuficientes que aparecen por negligencia o carencia social provocado por una falta de tener cubiertas las necesidades emocionales básicas, cambios repetidos de cuidadores primarios y educación en ambientes que no son habituales y que dificultan establecer una relación de apego.
Trastorno de estrés postraumático
El trastorno de estrés postraumático aparece tras la exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza, en una o más de las siguientes formas. Por experiencia directa con el suceso traumático, presencia directa del suceso ocurrido a otros, conocimiento de que el suceso a ocurrido a un familiar próximo o un amigo íntimo y de forma violenta o accidental i exposición repetida a detalles repulsivos del suceso traumático.
Presencia de uno o más síntomas de intrusión asociados al suceso traumático que aparece en forma de recuerdos angustiosos recurrentes e involuntarios, sueños angustiosos, reacciones disociativas, malestar psicológico intenso y prolongado y reacciones fisiológicas intensas que aparecen tras exponerse a estímulos relacionados con el suceso traumático.
Evitación o esfuerzos por evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos y recordatorios externos asociados al suceso traumático.
Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso traumático. Se presentan como incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso traumático, creencias o expectativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás y el mundo.
Trastorno de adaptación
En el trastorno postraumático de adaptación se observa un desarrollo de síntomas emocionales o del comportamiento en respuesta a un factor de estrés identificable que se identifica a los tres meses siguientes. Una vez que el factor de estrés o sus consecuencias han terminado, los síntomas no se mantienen durante más de seis meses.
Provoca malestar intenso desproporcionado a la gravedad del factor de estrés y un deterioro significativo en lo social, laboral u otras áreas importantes de funcionamiento.